De lo cotidiano (que termina en Guerra mundial) XIII
Yo: amor, odio que me regañen, todo el mundo me regaña; hasta la chica del SIASE me regañó porque no lo he podido instalar…
Él: te regañan porque te dejas: ES QUE NO SÉ HASTA CUÁNDO VAS A PERMITIR QUE TODO EL MUNDO TE GRITONÉE. DEBERÍAS PONER UN ‘HASTA ACÁ’, PERO NO, DEJAS QUE TODO EL MUNDO TE GRITE…
Yo: amor, me estás regañando….
Él: ya ves… te dejas…
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Lo que necesitas es un sable samurai 😀
Sí, querida Raquel. Iré buscando un buen modelo de sable samurai. Un abrazo muy grande.