De lo cotidiano (que termina en Guerra mundial) XLV
Yo: amor, salí en unas fachas terribles (él me mira de una forma extraña y sonríe)… bueno, esa sonrisa tuya la tomaré como un ‘no importa, mi reina, tú, como sea, te ves bien, ¿verdad?’
Él: ¡claro!
Yo: sí, ya sé que adoras mis ojos
Él: síp
Yo: y mi mirada…
Él: por supuesto
Yo: y mi sonrisa… :/ amor, ¿por qué nunca me dices cosas lindas?
Él: ¿¡cómo no!?, ¡te las acabo de decir!
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