Libros maravillosos
Durante el semestre que recién terminó, impartí un curso que me encantó por muchas razones: fue la primera vez que se incluyó la materia (‘unidad de aprendizaje’ para el enfoque por competencias) Literatura Infantil y Juvenil en el curriculum de la licenciatura en Letras hispánicas, de mi Facultad; la participación y evolución de mis alumnos fue increíble (sus ensayos finales son de mucha calidad); y se inscribieron estudiantes como oyentes quienes, a pesar de que no cumplieron con su ensayo final –lo sigo esperando por el bien de la humanidad-, tuvieron una participación tremendamente significativa para el desarrollo del curso.
Todos leyeron muchísimo, hicieron exposiciones en clase, diseñaron videos y escribieron al respecto. Además, como parte de nuestras actividades, teníamos una lista en Excel en la que iban agregando “estrellas” (en realidad eran asteriscos) a cada una de las lecturas (en otro post incluiré esa lista) que fueron realizando. La selección de textos incluía de todo tipo: clásicos, contemporáneos, mexicanos, universales, ilustrados, libros-álbum, etc., y de distintas calidades, por eso el nivel de discusión se tornó muy intenso y profundo.
Al finalizar, entre todos hicimos una lista con lo mejor de la LIJ que leímos durante el semestre. Nuestros criterios de evaluación y clasificación se basaron en las características que propone Jaime Alfonso Sandoval para la LIJ, las cuales son cualidades de cualquier texto literario sin más etiquetas. Nos importó reconocer libros que fueran estimulantes, provocativos, lúdicos, íntimos, contados con asertividad, que no cayeran en obviedades ni en proteccionismos. Libros cuyo presupuesto fuera la escritura para lectores inteligentes sin que importe su edad.
Nuestra lista estuvo conformada por textos que nos han dejado experiencias de lectura muy intensas pero que, sobre todo, son retadores. Libros que nos han exigido como lectores para co-construir su sentido y dimensionarlo de acuerdo con las experiencias de cada uno de nosotros. Libros que no son condescendientes; al contrario: que nos habitan para pensar el mundo de otras maneras, para repensarnos. Para dialogar con los otros. Para ver lo que no hemos aprendido a ver. Pero sobre todo, para disfrutar cada una de sus historias como si fueran habitaciones cálidas con alas.
Es preciso señalar que leímos casi 40 libros clasificados como LIJ, de autores mexicanos y extranjeros (poquitos), pero no pudimos leer muchas obras relevantes y maravillosas que se quedaron en lista de espera, pues el semestre (realmente sólo son cuatro meses) se nos pasó volando. Hay libros excepcionales, de autores imprescindibles en la LIJ mexicana(como Raquel Castro, Jaime Alfonso Sandoval, Javier Malpica o Adolfo Córdova), que no leímos y que sin duda serán incorporados a los próximos cursos. Por otra parte, los títulos que forman parte de esta pequeña lista son los que obtuvieron un promedio de 4.5 a 5 estrellas (4 estrellas: “me encantó, es una obra literaria que vale la pena leer, su propuesta estética, estilística, lingüística es de gran calidad por estructura inteligente y cuidadosa; es un libro muy recomendable”. 5 estrellas: “es lo máximo. Uno de los mejores libros del universo. El planeta no puede seguir girando si no lo lee todo el mundo. Quiero salir y gritar con altavoces que este libro es una maravilla en todos los sentidos.”).
Acá dejo nuestra selección que se caracteriza, principalmente, como ya lo he mencionado, por incluir textos cuya estructura es lúdica y estimulante. Además de que todos los autores son mexicanos y contemporáneos. Y que pueden ser disfrutados, de acuerdo con sus propias competencias lectoliterarias, por cualquier tipo de lector:
1. Escalera al cielo, de Andrés Acosta, es un bellísimo poema narrativo que, con un lenguaje exquisito e imágenes íntimas, nos cuenta la relación de Atototzin, una niña muy peculiar, con su padre.
2. Diente de León, de María Baranda, también es un poema narrativo muy hermoso donde la violencia que nos rodea es el marco para acercarnos a las emociones de Laina, una pequeña que está a punto de cumplir 11 años y que, por las condiciones de su comunidad, tiene que enfrentar la vida sola.
3. El libro de la negación, de Ricardo Chávez Castañeda, es un relato doloroso sobre la violencia hacia los niños, planteado desde una mirada extraordinaria (en muchos sentidos), que sólo podremos descubrir al llegar al último final.
4. Margot, de Toño Malpica, cuenta la historia de una pequeña niña que vive con su padre en un tiradero de basura y que de pronto se convierte en súper héroe (o heroína). A través de la historia nos damos cuenta de la forma en que los pequeños detalles pueden cambiar el mundo. (Fue difícil esta elección pues las votaciones se debatían entre este libro y Soldados en la lluvia del mismo autor).
5. El libro salvaje, de Juan Villoro, es una novela casi autobiográfica de la infancia del autor, que de alguna manera se convierte en un espacio para la reflexión sobre la lectura, los libros y las relaciones que sostenemos con ellos y con otros seres humanos.
6. Las sirenas sueñan con Trilobites, de Martha Riva Palacio cuenta una terrible historia sobre el abuso, la muerte y la esperanza. Al lado de Sofía nos damos cuenta de la vulnerabilidad de los niños y de la complejidad de su universo interior (igual que con el libro de Malpica, las votaciones estuvieron muy reñidas entre esta novelita y Buenas noches, Laika, de la misma autora).
7. Puerto libre, de Ana Romero, es un extraordinario relato sobre la travesía de una familia que tiene que alcanzar a un padre migrante en Estados Unidos, pero que se acompaña de pequeños recortes narrativos (como si fueran fotos) con los cuales se dimensiona la terrible y cotidiana realidad de quienes han tenido que partir.
8. Desde los ojos de un fantasma, de Juan Carlos Quezadas, narra de una forma íntima y entrañable la difícil transición de una ciudad –Lisboa- que se desdibuja. A medida en que la globalización la engulle, la comunidad en que vive Sara, la protagonista, está a punto de perder su identidad. Sólo el arte, quizás, pueda salvarla.
La intención de esta breve lista de sugerencias, con esto de que a final del año siempre nos da por hacer listas, es que se den una oportunidad para conocer la literatura infantil y juvenil mexicana contemporánea, si es que aún no lo hacen, y que, además, en estas fechas de generosidad, compartamos el universo de estos maravillosos libros con nuestras personas preferidas. Garantizo que no se arrepentirán. Son el mejor regalo del mundo.